Aquí no hay nada de nada

La última caída para la resolución de Jan es la muerte voluntaria de su suegro, cuya fuerza y paciencia se secaron. La abuela tomó decisiones sobre la vida del abuelo, la vejez y el funeral. Jan está seguro de que él y su esposa Olga están en la misma ruta. Recuerda su vida pasada cuando solía tener su propia voluntad y sueños y quiere vivir nuevamente con dignidad y libertad. Él anhela controlar su propia vida nuevamente. Y su solución es escapar de la vida actual. En esta película vemos, en paralelo, el destino de las hijas casadas de Jan Olinka y Alenka y sus hijos Erik y Pepí.